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26 Noviembre, 2017
Aunque no es una patología muy prevalente, la artrosis de tobillo, bien sea primaria o , más frecuentemente secundaria a traumatismos, fracturas de tobillo, inestabilidad crónica por lesión de los ligamentos estabilizadores del tobillo, es una situación que con alguna frecuencia vemos en la consulta de Pie y Tobillo.
Las opciones de aliviar el dolor que el paciente refiere incluyen tratamientos médicos con analgésicos y antiinflamatorios o medidas físicas de Rehabilitación y Fisioterapia; infiltraciones articulares con Corticoides o ácido Hialurónico o Plasma rico en plaquetas; ortesis de contención y ortesis plantares o plantillas; utilizar calzado adecuado, etc.
Cuando estas medidas fracasan y si el paciente tiene dolor mal controlado que le limita funcionalmente, se plantean las opciones de tratamiento quirúrgico que básicamente son 3: desbridamiento y limpieza de osteofitos bien sea por artroscopia o mediante cirugía abierta, la artrodesis o fusión de la articulación del tobillo ( sacrifica el movimiento que queda a esa articulación) y la prótesis de tobillo.
Esta última opción, la prótesis de tobillo, se está implantando cada vez con mayor frecuencia porque ha habido importantes mejoras tanto en el diseño de los componentes protésicos como en las guías para su correcta implantación que es básica para conseguir unos resultados satisfactorios y duraderos en el tiempo. Es una opción real que debemos explicar y ofrecer a algunos de nuestros pacientes con artrosis de tobillo ya que con una correcta indicación e implantación, está dando buenos, reproducibles y duraderos resultados.